INTRODUCCIÓN
El Caribe fue la puerta de entrada del colonialismo y del imperialismo desde el siglo XVI, en el cual España, Francia e Inglaterra conocieron su edad de oro en la literatura con Cervantes, Rabelais y Shakespeare. Cada país emprendió la dominación de la región que hasta ahora vive bajo la hegemonía occidental, lo cual confirma la tesis de Juan Bosch según la cual el Caribe es una frontera imperial1. El Mar Caribe fue el gran actor de este episodio de la violencia colonial, como el Mediterráneo lo fue para el desarrollo de las civilizaciones y el nacimiento del monoteísmo. El mundo se ensanchó desde el Caribe a partir de la violencia, la destrucción y la matanza de sus poblaciones.
Los reyes de Europa se vincularon con la conquista y la dominación de esta región que Europa se repartía2. Desde la llegada de Cristóbal Colón, el destino del Caribe dependió de Europa y las semillas de su dependencia fueron sembradas.
Cliquer pour ouvrir