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POR QUE FRACASAN LOS EMIGRANTES VENEZOLANOS

Por: Ronald Pérez http://www.altag.net/
POR QUE FRACASAN LOS EMIGRANTES VENEZOLANOS

En la actualidad, en Venezuela se habla mucho sobre el emigrar y las posibilidades y porcentajes de éxito de esa opción, por lo que muchas personas, a pesar de vivir un gran calvario en su vida diaria, por miedo no toman la decisión. A pesar de los muchísimos casos de éxito, también encontramos casos de fracaso, donde los protagonistas han regresado al país, muchas veces con peor situación a la que tenían antes de salir, pues regresan sin empleo, casa, carro, dinero y con la sensación de fracaso

Hay otros que fracasan y por arrogancia regresan hablando mal del país y la sociedad donde estuvieron.

A diferencia de los nacionales de otros países latinoamericanos, el venezolano que emigra, en una gran mayoría, es de clase media, alta o al menos posee estudios universitarios, dejando trabajo y renunciando a la estabilidad de la zona de confort.

Estas condiciones hacen que se arriesgue mucho dejando atrás un estilo de vida muy distinto al que encontrará en el país destino. Nuestros vecinos cercanos (colombianos, ecuatorianos, peruanos y bolivianos), quienes tienen muchos años más que nosotros emigrando, en su mayoría quienes salen son las clases bajas en busca de algo mejor, por lo que el cambio no es tan grande, con la diferencia de llegar a un país que por lo general les brinda una estabilidad y paz social que ya no tenían en casa.

Está diferencia por sutil que parezca, hace que nos cueste algo más adaptarnos a las nuevas reglas del juego, también nos perjudica mucho el que en la maleta muchos compatriotas meten la viveza del venezolano, esa que tanto daño nos ha hecho. Personalmente recomiendo dejarla en casa, en un cajón mientras más guardado y bajo llave, mejor. Enterrada sería perfecto.

Los que se traen tal característica se creen dueños del mundo y que pueden seguir haciendo lo que les da la gana, de forma muy errada.

He escuchado doctores decir que se vinieron a España desde Estados Unidos, porque aunque en ambos países beber alcohol y manejar esta penado, aquí las sanciones son algo más suaves. En realidad, eso ya no es cierto.

Las razones del fracaso migratorio del venezolano son variadas, pero listaré algunas sin ningún orden o tipo de preferencia. Entre ellas encontramos:

– La “viveza” del venezolano. Como comenté anteriormente, la viveza tan conocida en el país y tan utilizada para justificar los malos comportamientos, es un cáncer que carcome el alma de unos ciudadanos que han decidido usarla como forma de vida. Con ella justifican las violaciones a las leyes, el abuso contra las normas de convivencia o de cualquier reglamento que intente mantener el orden de la sociedad.

Llegar a una sociedad donde se respetan las leyes de tránsito y se tienen sanciones fuertes de no hacerlo, es muy perjudicial para el vivo. No poder colearse en cualquier sitio porque es sacado de la fila y no atendido, supone una humillación para el bocón del vivo.

Son muchas las situaciones que se pueden comentar donde el vivo es un pez fuera del agua.

-Falta de Humildad. Algunos venezolanos emigran creyendo que por su clase social y su título universitario, el mundo debe arrodillarse a sus pies y son incapaces de bajarse de esa nube en la que viven.

Afuera la gente no pone el título por delante del nombre, ni existe esa separación tan fuerte entre estudiado y no, ya que todos ejercen un papel vital para el buen funcionamiento de la sociedad.

Esta falta de Humildad hace que no busque o acepte trabajos de menor cualificación, haciendo imposible su adaptación y por falta de medios debe regresar.

-Creer que se está de vacaciones. Uno de los errores más grandes que comete el venezolano es creer que el cupo de dólares para estudiante o en su defecto el de viajes (algunos salen con ese) es un regalo y lo consume sin miramientos, como si no hubiese mañana, en un comportamiento más de turista que desea conocer todo en pocos días, que de residente.

Este despilfarro hace que cuando las cosas cambian sea porque le rechazan el cupo o porque no consigue empleo los gastos mensuales sean insostenibles. A pesar de las advertencias muchos comenten este error, aunque se niegan a aceptarlo. No es lo mismo comprar un computador que conocer el país y alrededores aunque sean viajes low cost.

– Malas decisiones. Por presión, soledad o la depresión común del emigrante se pueden tomar decisiones incorrectas que conllevan a fracasos muchas veces evitables. Puede ser el cambio de empleo, rechazar una oferta, mudarse de ciudad, comprar carro nuevo, o tantas decisiones que pueden ser correctas en circunstancias diferentes, pero que en el momento de tomarlas no eran  adecuadas.

A veces por soledad o por querer mantener un estatus se decide hacer un viaje o comprar un carro sin entender que ese dinero puede ser necesario más adelante. En el caso de los emigrantes en la Florida, el error no es comprar el carro, sino el tamaño y su valor.

-Estatus Legal. Parece una tontería, algo obvio, pero algunos no entienden que para vivir en cualquier país civilizado se requiere de permisos para tener una situación legal.

Son tipos o estatus de residencia que varían según el país y el tipo de actividad que permite desarrollar. Encontramos las visas de turistas, residencia por trabajo, residencia temporal, residencia permanente y por supuesto la nacionalidad. Si no tienes ninguno de esos estatus te encuentras ilegalmente en el país destino, lo que hace que estés al margen de la sociedad, ya que no podrás sacar ni una línea de teléfono móvil y mucho menos encontrar empleo o sustento alguno.

Esto es un punto muy importante a tomar en cuenta cuando se decide emigrar. No hay que ir a un destino porque es la moda o porque dicen que es muy bonito, si no es posible obtener los papeles para vivir, ya que no hay nada que condicione más las posibilidades de éxito de una persona que no estar legal en un país.

– “venezolanitis”. Es un sentimiento similar al que produce el excesivo apego del país, pero, en este caso, en lugar de la nostalgia por las bellezas naturales, es la necesidad de estar rodeado de conciudadanos, solo compartiendo con Venezolanos. Esto ocurre más frecuente de lo que se pueda pensar.

De esta forma el grupo cercano del emigrante no es otro que más emigrantes venezolanos que comparten sus penas y viejas glorias en el país natal. Es bueno compartir con venezolanos, y más si son amigos desde que se estaba en el país de origen, pero no todo el mundo debe reducirse a este grupo, se debe compartir con todo tipo de personas, emigrantes de otras nacionalidades, pero sobre todo con nacionales del país destino, ya que es con ellos que se aprenden las costumbres diarias y esa cultura tan típica en cada región.

El no hacerlo puede motivar rechazo por falta de adaptación o, simplemente, ser un extranjero más sin importar la cantidad de años que se este viviendo en la sociedad adoptada.

 

Por: Ronald Pérez

* Ingeniero químico con experiencia en Marketing y otras áreas gerenciales.

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